Ungir a los enfermos
Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos... Ungieron con aceite a muchos enfermos y los curaron. (Marcos 6:7, 13)
¿Quién puede recibir?
Sanación espiritual
La curación que se produce en este sacramento de la unción no es necesariamente una curación física. Si bien creemos que la sanación física puede ocurrir a través del gran poder de Dios, la gracia que se infunde a través de este sacramento especial es el recordatorio de la presencia eterna de Dios en nuestro sufrimiento humano.
Cuando el sacerdote bendice el aceite de la unción, le pide a Dios que "envíe el poder de su Espíritu Santo, el Consolador, a este aceite precioso. Haga de este aceite un remedio para todos los que están ungidos con él; sánelos en el cuerpo, en el alma y en espíritu, y líbralos de toda aflicción" (Cuidado pastoral de los enfermos, #123).
"La celebración de la Unción de los Enfermos consiste esencialmente en la unción de la frente y de las manos del enfermo (en el rito romano) o de otras partes del cuerpo (en el rito oriental), acompañándose la unción de la oración litúrgica oración del celebrante pidiendo la gracia especial de este sacramento" (CIC 1531).